¿Quién soy en realidad?

Te invito a parar un momento antes de continuar leyendo y que te preguntes: ¿quién soy? En serio, ¡Para! ¡Detente! y piensa, ¿quién soy? Si es posible escribe la pregunta y tus respuestas, tomate tu tiempo y solo cuando tengas las respuestas, continúa leyendo.

¿Quién soy?  Me lo pregunto bastante seguido y me encuentro con un listado de nombres y títulos que la mayoría están relacionados con mis responsabilidades. Acompañado de una agenda cargada, el celular que no para, compromisos y eventos. Ser productiva, resolutiva, cumplir y un sin fin de quehaceres, que parece que no acaban más (creo que solo me estrese de escribirlo) Quehaceres detrás del «hacer», pero lejanos del «Ser». Y me vuelvo a preguntar, ¿quién soy? Cuando las redes sociales y las luces se apagan, las actividades se acaban y las puertas se cierran; cuando estoy sola en Su presencia, la única respuesta y mi verdadera identidad es que: ¡SOY HIJA DE DIOS!

Desde que creí en Cristo como mi único y suficiente Salvador, nunca dudé de mi identidad como Hija de Dios (Juan 1:12) pero por momentos me distraje detrás de la mentira que necesitaba agregar valor a mi identidad sumando logros y títulos. Diluí la verdad de Colosenses 2:10 de que estoy completa en Él, creyendo que no era suficiente, que necesitaba más para ser «importante», está idea de «voy a estar completa cuando tenga… o cuando sea…» y creyendo así, muchas veces, nos pasamos la vida persiguiendo «más», la profesión, el novio, el marido, el hijo, el ministerio, la casa… y nos olvidamos de que, en Cristo, ¡ya tenemos todo! Si no te sientes satisfecha, suficiente, completa, posiblemente no estás pasando el tiempo necesario con Aquel que todo lo llena en todo (Efesios 1:23)

Tu identidad no se basa en algo que puedas hacer o conseguir, Dios te la da, por lo tanto, nada puedes hacer para perderla. Pero, tristemente, puedes vivir sin disfrutarla, al ocuparte de lo pasajero y temporal. Cuidado que las «buenas ocupaciones» no se conviertan en distracciones.

No eres la líder de alabanza, de adolescentes o jóvenes, no eres la hija o la esposa del pastor. No eres la posición que ocupas en el trabajo o en la iglesia, no eres tus logros personales, ni tus títulos, que en esta tierra cambian, pasan desapercibidos, pierden valor o caducan. No eres tú pasado, ni lo que te hicieron. No eres tus batallas, tus derrotas ni tus victorias. No tienes una etiqueta…por el contrario tienes un sello, el del Espíritu Santo (Efe 1:13), has sido comprada por precio (1 Cor 6:20),  ¡tienes valor, destino, seguridad y propósito! ¡¡Tu identidad es Cristo!!  Y lo interesante, es que en su Presencia el único nombre que cuenta, con el que puedes entrar, es como «HIJA DE DIOS» sin apellido, sin posiciones, sin títulos. HIJA DE DIOS.

Por todo esto, necesitas vivir consecuentemente con lo que eres. Reflejar tu identidad es mostrar a Cristo y su carácter a través del tuyo, en todas las áreas. Tiene que ver con aquellas cosas en las que inviertes tu vida, y con las personas con las que pasas tu tiempo. ¡Vive de acuerdo con tu identidad como hija de Dios y no habrá nada de qué preocuparte!

Pienso en Moisés, en Éxodo 3 y 4, cuando él pregunto: ¿Quién soy yo? ¡Dios le recordó, quien era Él! Cuando dudo de su capacidad y si era la persona indicada para la tarea, Dios volvió a recordarle quien era Él, porque una y otra vez, lo que importa, no es quien soy yo, ¡si no quien es Él!  ¡Cuando dudes quién eres; recuerda quien es Él!

Seguramente todo esto lo sabes, pero una y otra vez necesitas recordarlo. Y en definitiva el pasar tiempo con Dios cada día, valorando y viviendo de acuerdo a quien eres (2 Cor 5:17 y Efe 4:24), te llevara a experimentar todo aquello para lo cual fuiste creada. (Efe 2:10)

 Invertí tu tiempo en conocer a tu Padre y Su Palabra, y ya no habrá dudas sobre tu identidad. No necesitaras, elogios, aprobación, títulos que «aumenten» tu valor, ni mendigar amor en lugares equivocados, porque Cristo lo llena todo.

¡HIJA DE DIOS! Es mi identidad. Cuánto valor, cuánto poder, cuánta seguridad; ¡el único título que resuena en el cielo y trasciende la eternidad!

 Decide vivir reflejando tu identidad.

Síguenos o comparte en:

2 comentarios en “¿Quién soy en realidad?”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *