DIOS ES SANTO
No necesitamos imaginarnos como El es, su Palabra lo revela y aunque de este lado de la eternidad no lleguemos a comprenderlo en su totalidad, Él mismo se da a conocer y expresa: “Yo soy Santo” (Lev 11:44,45).
Su santidad lo define y manifiesta su carácter. La totalidad de sus atributos son la revelación de su santidad. Todo lo que Dios es, es santo y todo lo que Dios hace, es santo.
1 Pedro 1:15 dice que Aquel que me llamo es Santo. En el vs 16 nos dice cómo eso debe afectar nuestra vida: “SED SANTOS, PORQUE YO SOY SANTO”
. Es Dios mismo, diciéndome porque debo ser santa; porque debo buscar la santidad en TODA mi manera de vivir.
Dios decidió expresarse a través de la persona de su Hijo Jesucristo (Col 1:15; Heb 1:3). En Él, podemos ver el ejemplo de una vida santa en medio de un mundo corrompido (Heb 4:15). Dios, también, nos ha dado al Espíritu Santo (1 Juan 4:13). Quien, morando en nosotros, nos ayuda a vivir en santidad día a día (Gal 5:16- 17).
DIOS ES SANTO. Y el solo hecho de pensar que un Dios Santo, separado y apartado de todo mal, haya pensado en mi, impacta mi corazón, tanto amor y tanta gracia me deja sin palabras. Me quedo sin “peros” y sin argumentos cuando comprendo que El es el modelo de santidad “sed santa, porque yo soy Santo”. Él es a quien debo mirar, no a los hombres, no a las circunstancias, no a mi misma; a Él y Su santidad (Juan 3:30)
DIOS ES SANTO. Como hija de Dios soy llamada a ser santa y vivir en santidad. Entonces me pregunto:
¿Refleja mi vida Su santidad?
¿Me estoy esforzando por ser santa?
¿Que debo hacer y/o dejar de hacer hoy para ser santa en «toda mi manera de vivir»?
¡Que Su Santidad afecte mi vida; para que mi vida, reflejando la suya, afecte la vida de quienes me rodean!!